viernes, 30 de enero de 2015

Ganar mucho con poco

Ustedes deben estar pensando que para ganar dinero necesitarían mucho dinero ya que si hablamos que una suba de un 10% es mucho en la bolsa, entonces si tenemos us$10000 como mucho ganaremos us$1000 y la verdad que el tiempo aplicado en ganar estos us$1000 costará más, entonces surge la pregunta:

¿Como gano mucho dinero...

... teniendo poco

... con posibles perdidas controladas

... sin pedir deuda


Muy bueno para ser cierto? NO, la respuesta a estas preguntas se puede resumir en una palabra:

APALANCAMIENTO

Como la palabla lo dice, con una palanca podemos mover una roca muy pesada haciendo poca fuerza, con apalancamiento podemos ganar mucho dinero arriesgando poco. Es fundamental para los inversores pero asi tambien un arma de doble filo!

Un ejemplo, si compramos un derivado con apalancamiento 1:100, cuando la accion que representa este derivado aumente el 1% nuestro derivado aumentara el 100% (no se alarmen ya me explicaré)

MERCADOS DE FUTUROS Y A PLAZO
¿QUÉ SON LOS DERIVADOS?

Los derivados representan un conjunto de instrumentos financieros
cuyo valor depende del valor de otras variables más básicas. Se los
llama “derivados” porque, justamente, en su caso se negocia un producto
que experimenta variaciones de precios en función de un bien
subyacente. El “subyacente” no es otra cosa que el activo que se está
negociando en el instrumento utilizado. Si compramos un futuro de
soja, el subyacente es la soja. Si vendemos opciones de Tenaris, el subyacente
es Tenaris. Si operamos índice Indol, el subyacente es el dólar
de referencia del Banco Central de la República Argentina (BCRA).
Básicamente, los derivados se diferencian de las operaciones de contado
por la forma en que se liquidan. Recordemos que las operaciones
de contado se liquidan dentro de un plazo máximo de hasta cinco días
hábiles bursátiles desde la fecha de su concertación, y que su plazo estándar
(normal) de liquidación es de 72 horas hábiles bursátiles. En el
caso de los derivados, la liquidación de las operaciones se concreta en
una fecha futura predeterminada y de acuerdo con las características
del contrato correspondiente.
Existe una gran cantidad de productos derivados. En nuestro caso, debemos
enfocar el estudio en los denominados “derivados financieros”,
que son aquéllos cuyo activo subyacente está representado por algún instrumento de tipo financiero (por ejemplo: acciones, bonos, e índices
bursátiles; aunque también podrían ser monedas, tasas de interés,
swaps, etcétera).
Pero también existe otro tipo de instrumentos derivados que podríamos
agrupar dentro de la categoría de los “derivados no financieros”;
en este caso, los activos subyacentes están vinculados con la economía
real (por ejemplo: oro, petróleo, trigo, maíz, soja, etcétera; por mencionar
los más comunes). 


Explicaré paso a paso cada forma de apalancamiento sus riesgos y como hacer para operarlos

Para esto debemos saber:




OPCIONES (PENDIENTE A CREAR PORQUE ES MUY LARGO E IMPORTANTE, LO ESTOY CREANDO EN ESTOS DÍAS)

Estos derivado explicados anteriormente presentan diversas formas de apalancarse ademas de variados y casi infinitos usos como tienen las opciones financieras, las cuales podes dominar para usar según tu perfil de inversor.

Riesgos del apalancamiento:

Sin duda apalancarse representa serios riesgos, ya que si con poco podemos ganar mucho imagínense que también podemos perder ese poco así de fácil ya que si con un apalancamiento del 1:100 si el subyacente sube un 1% nosotros ganamos un 100%, si el subyacente baja un 1% nosotros perderemos el 100% y eso es toda nuestra inversión. Es un arma de doble filo pero como toda buen arma hay que saberla usar, se pueden poner stops (máxima perdida aceptada) y esto evitaría que se nos valla el dinero. Ej: ponemos un stop del 5% en un apalancamiento 1:10 si la acción del subyacente baja 10% nosotros habríamos perdido todo si no hubiésemos puesto el stop, y por lo tanto solo perdimos un 5% de nuestra inversión (la posición se vendió automáticamente cuando el subyacente bajaba 0,5%). Ahora si esta acción subía un 10% ganábamos el 100% de nuestra inversión!
En la mayoría de los broker la posición se cierra automáticamente si perdéis todo tu dinero por lo tanto no se preocupen por eso (aunque si por perder todo el dinero)

NEGOCIACIÓN A PLAZO DE ÍNDICES

Los índices se pueden negociar bajo la forma de una operación a plazo,
con vencimiento a fin de un mes determinado. La operatoria de negociación
a plazo de índices se realiza sobre la cartera teórica del índice
subyacente; en nuestro caso, el Merval, o el Merval Argentina en el
caso de los índices de acciones. La unidad mínima de negociación es
de un contrato que representa el valor de un índice. Cuando abrimos
una posición a plazo de un índice, estamos determinando el precio al
que estamos dispuestos a comprar o a vender ese índice en la fecha
de vencimiento -definida como el último día bursátil de un mes determinado-.

Por ejemplo, cuando una persona realiza una compra a plazo del índice
Merval para fin del mes de junio, a 3.400, lo que espera es que el índice
Merval se negocie por encima de ese nivel; lo cual le generará un beneficio
determinado por la diferencia de precio entre el valor que alcance
el índice al momento del vencimiento, si no hubiera cerrado antes la
posición, y los 3400, que es el precio de apertura de la misma. Como el
índice Merval no se puede entregar en forma física, estas diferencias
se compensan, y esta compensación de pérdidas y ganancias se hace
en forma diaria. Por supuesto que estas operaciones pueden cerrarse
en cualquier momento al realizar la operación inversa, en cuyo caso el
comitente habrá ganado o perdido la diferencia entre los precios de
apertura y de cierre de esa operación.
En el momento en que se produce la apertura de una posición (compra
o venta), tanto compradores como vendedores deben integrar un
margen de garantía inicial. Dicho margen se establece por unidad de
negociación para las posiciones abiertas en cada vencimiento. El Merval
estipula el valor del margen de garantía, que va actualizando a lo
largo del tiempo. Las garantías de las operaciones se pueden constituir
en efectivo, en pesos, o en dólares estadounidenses; pero también, y
como ya habíamos visto para las operaciones a plazo, pueden ser integradas
por títulos públicos nacionales, aplicando los aforos vigentes de
acuerdo con la normativa del Merval.
Antes habíamos mencionado que existe una liquidación diaria de pér-
didas y ganancias. Esta compensación es realizada por el Mercado de
Valores sobre las posiciones abiertas para cada vencimiento, al debitar
o acreditar diariamente las diferencias en función del siguiente esquema:
a) Para el día de inicio de una posición, la diferencia entre el valor
concertado y el precio de cierre a plazo del índice subyacente: ambos
multiplicados por unidad de negociación, esto es, por la cantidad
de índices operados.
b) Para los días subsiguientes, la diferencia entre precio de cierre a
plazo del día y el precio de cierre a plazo del día anterior: ambos por
unidad de negociación.
Las diferencias que surjan de la liquidación de pérdidas y ganancias
se deberán integrar en efectivo, al inicio de la rueda bursátil del día
siguiente. En caso de no existir precio de cierre del índice Merval, el
mismo se calculará al aplicar al cierre del día anterior (del futuro) la
variación del día experimentada por índice subyacente en el mercado
de contado. Actualmente, la negociación de futuros de índice Merval
y Merval Argentina está habilitada para tres vencimientos mensuales
consecutivos y para tres vencimientos trimestrales -éstos últimos en
los meses de marzo, junio, setiembre y diciembre-.
Es interesante remarcar que en el caso de la negociación a plazo de los
índices existe una compensación que se va dando automáticamente,
sin necesidad de que el comitente tenga que estar cerrando su posición.
Y esta compensación se produce por simple comparación entre
el precio del cierre del día y el precio del cierre del día anterior o, como
vimos en el caso de la apertura de la operación, entre el precio de
apertura y el precio de cierre de ese día.
Si, por ejemplo, una persona tuviese una posición abierta con vencimiento
en 45 días que nunca fue cerrada, la sumatoria de las diferencias
que estuvo cobrando y pagando a lo largo del plazo de vigencia de
la operación serían equivalentes a la diferencia entre el precio de apertura
de esa operación y el precio de cierre del índice correspondiente
al último día de vigencia de ese contrato.
Veamos un ejemplo de cómo sería una liquidación diaria de pérdidas
y ganancias en una operación a plazo de índice Merval, que mantenemos
abierta durante 10 días.




En este ejemplo compramos 10 contratos a 3.300 pesos cada uno, y los
mantuvimos en cartera durante 10 días. En la última columna se registra
la liquidación de pérdidas y ganancias diarias durante ese período.
Al cabo de 10 días vendemos esos contratos en 3.400 pesos, cerrando
nuestra posición. Nuestra ganancia es de 1000 pesos, equivalente a la
diferencia entre 3.400 y 3.300 multiplicada por los 10 contratos operados.
Obsérvese que esa cifra es igual a la sumatoria de pérdidas y
ganancias cobradas y pagadas a lo largo del período.
El último día registramos una ganancia de 100 pesos, porque cerramos
nuestra posición en 3.400 y el día anterior había cerrado a 3.390. Si no
hubiésemos vendido los 10 contratos ese día, la compensación diaria
habría sido de 50 pesos, pues el precio del futuro había cerrado en
3.395.
Finalmente, debemos mencionar que al abrir la posición deberíamos
integrar la garantía requerida por el Merval, la cual nos sería reintegrada
al cabo del día décimo.

CONTRATOS DE FUTUROS

¿QUÉ SON LOS CONTRATOS DE FUTUROS? LOS PARTICIPANTES

Los contratos de futuros representan uno de los derivados con mayor
tradición y negociación. Estos contratos constituyen un acuerdo para
comprar o vender, a un precio especificado, una determinada cantidad
del activo subyacente en una fecha futura predeterminada.
En la negociación de los contratos de futuro se plantean dos objetivos
diametralmente opuestos: por un lado, se especula con un movimiento
favorable en los precios del subyacente; y por el otro, se busca una
cobertura ante un movimiento desfavorable del mismo. Así, vamos
a encontrar básicamente dos tipos de participantes: por un lado, el
especulador que se apalanca utilizando los contratos de futuro para
beneficiarse con los movimientos que espera del subyacente; y por el
otro; un participante interesado en lograr una cobertura (“Hedge”) de
una determinada posición.
En efecto, los mercados de futuros se crearon originalmente para cubrir
las necesidades de quienes deseaban preservarse del riesgo.
Un ejemplo de la utilización de contratos de futuro podría darse en
la siguiente situación: imaginemos a un productor de soja que va a
levantar su cosecha dentro de 4 meses y quiere asegurarse un precio
de venta de su producción. Del otro lado hay una empresa que utiliza
la soja como materia prima para elaborar aceite de soja, y que quiere
asegurarse el precio de compra de esa materia prima esencial para su
producción. Aquí tenemos pues a dos participantes que pueden intervenir
en un contrato de futuros: uno como comprador -la empresa-
y otro como vendedor -el productor-, ambos con la intención de
asegurarse un precio que dé certeza a sus respectivos negocios. Pero
también podría aparecer algún especulador que imaginara un mercado
alcista para la soja y que, en consecuencia, estuviera interesado en
comprar contratos a futuro de soja, con la intención de venderlos a un
precio superior cuando los precios de la soja aumentaran en el futuro.
Por ello, las operaciones de cobertura pretenden evitar la exposición a
los movimientos adversos de los precios de un activo. En tanto, en el
mercado los especuladores toman posiciones que suponen una apuesta
al alza o a la baja de un determinado activo. Por eso suele decirse
que, en este caso, la actividad de los especuladores es buena y necesaria
para que estos mercados puedan funcionar fluidamente. Son
ellos, como vimos, quienes asumen los riesgos en contrapartida de la
búsqueda de cobertura de otros participantes.
Finalmente, existe un tercer grupo importante de participantes en los
mercados de futuros: los “arbitrajistas”. El arbitraje supone la obtención
de un beneficio libre de riesgo por medio de transacciones simultáneas
en dos o más mercados. Un ejemplo de arbitraje se puede dar
cuando, por ejemplo, una determinada acción cotiza en dos mercados
distintos con precios diferenciados. En este caso, un arbitrajista podría
tratar de capturar esta diferencia de precios comprando en un mercado
y vendiendo en el otro; y, simultáneamente, realizando la cobertura
en el mercado de cambios correspondiente: vendiendo la moneda
obtenida por la venta y comprando la necesaria para liquidar la compra,
quedándose con la diferencia sin tener ningún riesgo de mercado.
Sin embargo, las oportunidades de arbitraje no pueden durar mucho
tiempo; y además, posiblemente los costos de las operaciones eliminen
los beneficios para un pequeño inversor.


PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS

En los contratos de futuros, tanto el comprador como el vendedor tienen
la obligación de liquidar la operación de acuerdo con las normas
del mercado en el cual participan. El mercado organizador constituye
una suerte de “Clearing House” o “cámara compensadora” que define
la naturaleza de los contratos, así como los distintos procedimientos
y regulaciones que deben cumplimentar los participantes, para que
los contratos del caso puedan cumplirse y liquidarse. Básicamente, el
mercado organizador determina el tamaño de los contratos y cómo
se negocian éstos; las garantías que se debe exigir a cada uno de los
participantes (esto se llama “margen de garantía inicial”, y es el monto
de dinero que las partes deben mantener en garantía mientras tengan
abierta una posición); la reposición diaria de pérdidas y ganancias, en
caso de corresponder; la forma de liquidación del contrato; y el cupo
máximo o limite de posiciones que puede mantener cada intermediario,
en función de que cada mercado actúa como contraparte central
de liquidación de las operaciones. El organizador determina también
la forma de liquidación del contrato al vencimiento, la cual es generalmente
por diferencia de precios -en algunos contratos de futuro está
prevista la entrega física del producto, aunque esto se concreta en una
cantidad mínima de contratos-.
En nuestro mercado bursátil este papel lo cumple el Mercado de Valores
de Buenos Aires (Merval), quien a través de distintas circulares
reglamenta toda la operatoria que pueden realizar los inversores dentro
de su ámbito. Por supuesto, estas operatorias y su reglamentación
deben tener la autorización previa de la Comisión Nacional de Valores.
Las garantías son aspectos muy importantes en los mercados de futuros,
y también lo son en el de opciones. Los inversores deben cumplimentar
los requerimientos de garantías de cada operatoria en particular,
y reforzarla en caso de que su agente lo solicite, cuando se dan
movimientos de precios adversos. Al finalizar cada día de negociación,
la cuenta de garantía es ajustada para reflejar las ganancias o pérdidas
del inversor. A esto se le llama “ajuste al mercado” (marking to market),
y consiste en la liquidación diaria de pérdidas y ganancias.
Los mercados de futuros permiten que los participantes se favorezcan
de un “efecto palanca”, o “apalancamiento”, porque con un desembolso
inicial relativamente pequeño -las garantías- se puede tomar una
posición especulativa de cierta magnitud. Por eso, comprender la envergadura
de los riesgos y de los posibles requerimientos de reposición
de garantías es un tema que no puede estar fuera del análisis de un
inversor racional.

  LOS PRECIOS EN LOS CONTRATOS DE FUTUROS

Quien compra un contrato de futuros adopta lo que se llama una posición
larga (“long position”), por lo que en la fecha de vencimiento del
contrato tiene el derecho a recibir el activo subyacente objeto de la
negociación. Por su parte, quien vende un contrato de futuros adopta
una posición corta (“short position”) ante el mercado, por lo que al llegar
la fecha de vencimiento del contrato deberá entregar el correspondiente
activo subyacente y recibir a cambio la cantidad de pesos acordada
en la fecha de negociación del contrato de futuros. El precio de
esta operación se forma en estrecha relación con el precio del activo
de referencia o subyacente, que a través de procesos de negociación
puede ser comprado o vendido en cualquier momento de la rueda de
operaciones. Es importante remarcar aquí que un contrato de futuros
se puede vender o comprar con la intención de mantener el compromiso
hasta la fecha de su vencimiento, y proceder a la entrega o recepción
del activo correspondiente; pero dicho contrato también puede
ser utilizado como instrumento de referencia en operaciones de tipo
especulativo o de cobertura, como vimos anteriormente -y es lo que
generalmente sucede-, ya que no es necesario mantener la posición
abierta hasta la fecha de vencimiento. Cuando se tiene una posición
compradora o vendedora, ésta puede cerrarse sin esperar a la fecha
de vencimiento, simplemente vendiendo o comprando el número de
contratos comprados o vendidos que se posean, realización mediante
de la operación inversa. Por ejemplo, alguien con una posición vendedora
puede cerrarla anticipadamente al acudir al mercado y comprar
el número de contratos precisos para quedar compensado.
El precio teórico de un futuro surge de sumarle al precio del activo subyacente
en el mercado de contado, o “spot”, los intereses a devengar
hasta el vencimiento (utilizando la tasa de interés que rige en el mercado
para tomar fondos prestados), menos los ingresos que pudiera
generar el activo subyacente durante la vigencia del contrato. Esto es
particularmente claro cuando nos referimos a futuros cuyo activo subyacente
es un activo financiero.
El precio de contado es el precio del activo subyacente en el mercado
de contado, también llamado “precio spot”. El costo de financiamiento
representa el costo de tomar dinero prestado para la compra
del mismo, más su costo de almacenamiento -en el caso de activos
físicos- o de custodia -cuando hablamos de activos financieros-. Y el
rendimiento o ingreso que puede generar el subyacente está referido
en particular al caso de los activos financieros cuando, por ejemplo, se
producen pagos de rentas y amortización para instrumentos de renta
fija, o dividendos en el caso de las acciones.
Al aproximarse la fecha de vencimiento de un contrato de futuro, el
precio del contrato tiende a converger con el precio del activo subyacente
-o a acercársele de forma gradual- en el mercado spot. Si esto no
se produce, se genera una posibilidad para que los arbitrajistas ingresen
en el mercado con el fin de obtener una diferencia libre de riesgos,
al aprovechar este desfasaje entre los dos precios -lo cual finalmente
provoca que ambos se terminen igualando-.

OPERACIONES A PLAZO FIRME

Parecido al mercado de futuros permite comprar o vender
futuros de acciones o títulos públicos. Las principales características de
estas operaciones a plazo firme son las siguientes:
A) Son operaciones que se conciertan en el presente pero se liquidan
en un plazo posterior, y este plazo de liquidación tiene que
coincidir con el fin de un mes calendario -es decir que se operan
para liquidarse el último día hábil bursátil de cada mes-.
B) Al tratarse de una operación a plazo, como hay un crédito otorgado
-tanto para los compradores como para los vendedores- y
existe un riesgo de liquidación, el Mercado de Valores, que garantiza
la liquidación de las operaciones, exige a ambos participantes
-tanto vendedores como compradores- que integren un régimen de
garantías.
C) Como toda operación de futuro, una operación a plazo firme
obliga a las contrapartes. Esto quiere decir que aquél que haya
comprado un determinado activo -acciones o títulos públicos- para
el fin de un mes determinado, tendrá que liquidar dicha operación
en esa oportunidad, salvo que hubiera realizado previamente la
operación inversa con el cierre de su posición. Simultáneamente,
aquél que haya vendido deberá entregar la especie en la fecha comprometida.
En otras palabras, esto significa que tales operaciones
se liquidan y no se compensan, como sucede con los índices que
veremos en los puntos siguientes. Sin embargo, un inversor podría
provocar la compensación de una operación abierta, al realizar una
operación inversa en el mercado a plazo o en el mercado de contado
cuando falten 72 horas hábiles para el vencimiento, de manera
que ambas operaciones se neutralicen y se provoque así la
compensación. Cuando decimos que estas operaciones se liquidan
y no se compensan, aludimos al hecho de que no existe una compensación
automática, como sucede con la liquidación de pérdidas
y ganancias cuando de índices bursátiles se trata. En este caso, para
concretarse, la compensación tiene que ser producto de una operación
realizada en forma inversa a la de la apertura de una posición.
D) El precio futuro -básicamente, cuando los subyacentes son activos
financieros- se determina al sumarle al precio de contado los
intereses a devengar al vencimiento, utilizando la tasa de interés de
mercado.
E) Existe un régimen de garantías tanto para el comprador como
para el vendedor, salvo en el caso de que el vendedor entregue en
garantía la especie que está vendiendo a futuro. En ese caso sólo
corresponde integrar la garantía del comprador.
Con referencia a la forma de integración de las garantías, es importante
hacer una aclaración entre dos conceptos diferentes:
1. Reposición de margen de garantías. Se produce cuando se registra
una variación desfavorable en el precio a plazo de la especie
objeto de la operación a plazo. Por ejemplo: cuando una persona
compra un determinado activo a plazo y ese precio futuro empieza
a caer, ésa es una variación desfavorable. En este caso, el
Mercado de Valores exige una reposición de margen de garantía
equivalente a la pérdida diaria que haya sufrido la posición de futuro.
De esta manera, diariamente se van requiriendo reposiciones
de márgenes cuando, según nuestro ejemplo, los precios bajan; y
viceversa, en las posiciones vendidas -salvo en el caso mencionado
del vendedor que hubiera entregado en garantía el activo vendido
a plazo-. En la normativa del Merval está previsto que, cuando no
se negocien precios a plazo y existan posiciones abiertas, a efectos
de calcular las reposiciones de márgenes, los precios teóricos de
futuro se determinen a partir del precio de contado, adicionándole
a este último la tasa de interés correspondiente hasta la fecha de
vencimiento -para estos fines corresponde utilizar la tasa que se
negocia en el mercado de pases y cauciones-.
2. Reposición de garantías. Las garantías de una operación a Plazo
Firme pueden ser integradas con dinero en efectivo, pero también
está previsto en la reglamentación que estas garantías pue-
dan integrarse con el aporte de títulos de renta fija aforados en
función de una tabla definida por el Mercado de Valores. El aforo
representa el porcentaje del precio real al cual se valúan los títulos
entregados en garantía. Por ejemplo, si tenemos una posición de
títulos públicos que valen por mercado $10.000 y están aforados
al 90%, esto significa que a los efectos de la garantía el Merval
valuará dichos títulos como si valieran $9.000, porque el aforo es
del 90%. Otra forma de integrar la garantía es con pesos o dólares
estadounidenses; inclusive, está prevista la posibilidad de presentar
avales bancarios u otras garantías a satisfacción del directorio
del Merval.
La reposición de la garantía anteriormente aludida se requiere en los
casos en que dicha garantía no se haya integrado en dinero en efectivo
sino en alguna de las especies mencionadas anteriormente, y cuando
esa especie haya bajado de precio. El caso típico es aquél en el que se
entregan títulos públicos en garantía y su precio baja en el mercado.
Todos los días, el Merval actualiza los requerimientos de garantía y los
compara con la garantía entregada por cada comitente. Si esta garantía
es un título público cuyo precio cayó, el Merval va a requerir una reposición
de la misma. En resumen, los márgenes de garantía se requieren
cuando se producen variaciones desfavorables en los precios futuros
de la posición abierta, y la reposición de garantías cuando la especie
entregada para garantizar la operación sufre una baja de precios.